Si se calla el cantor
Si se calla el cantor…
Lucia era abnegada y compasiva, gran estudiante
de sociología en la universidad (…), su tiempo no le rendía por ayudar a sus
compañeros entre los cuales se encontraban: Úrsula Smith sobrina del alcalde
del municipio, Pepita Giménez que es la secretaria administrativa de industria
y comercio, Álvaro Uribe que es el contralor de la ciudad y se reparte entre
mil obligaciones, Verónica Castro que se divierte todos los fines de semana
jugando tenis y saliendo al antro a divertirse
y fumar marihuana…
La inteligencia, disciplina y calidad
humana de Lucia no tenían límites, ella trabajaba en el hogar como ama de casa,
con un buen esposo y dos hijos, pero pasando grandes trabajos lograba pagar
cada semestre. Su tiempo también era copado; pero el amor a su futura profesión
hacía de Lucia una socióloga empírica que
veía más allá de las actividades propuestas en cada materia, siempre sus
aportes coherentes y bien estructurados, no sabía mucho del manejo de la
computadora que con mucho sacrificio pagó a plazos, pero que a punta de
tutoriales aprendió a manejar entre las cuales aprendió el manejo de: las
normas APA y las herramientas web 2.0 necesarias para la productividad on line.
Ella creía firmemente en la lealtad de la amistad y siempre compilaba los
trabajos compadeciendo a sus ocupados compañeros, mientras ellos se burlaban de
ella y por el WhatsApp murmuraban que no les tocaba hacer nada; porque Lucia todo lo hacía o ellos esperaban a
que ella colgara sus aportes para plagiarla o le pedían ayuda y ella nunca se
negaba. La tonta de Lucía así le decían.
Todos se graduaron y dieron gracias
rindiendo tributo a una agotada Lucia a quien también la universidad le rindió
honores por su gran tesis de grado.
Días después Lucía quería trabajar y no
conseguía empleo y se le ocurrió llamar a todos sus amigos de universidad que
podían colaborar pero ninguno atendía el teléfono por falta de tiempo, de
intención o no recordaban a Lucia.
Fue a la alcaldía a buscar a la que más se
le monto en la nuca o llevo en carretilla que fue Úrsula, la sobrina del
alcalde y está la atendió de mala gana diciendo: que solo se le ocurría
colaborarle para trabajar sirviendo los tintos en la alcaldía con la condición
de que le echara una mano en unos proyectos de inclusión social que tenía por
entregar en dos semanas y para los cuales no se le había ocurrido nada, porque
no recordaba lo aprendido en la universidad.
Con la dignidad encima y total desconcierto
Lucia llego a casa llorando contando lo sucedido a su esposo quien la ánimo y
hoy juntos siguen siendo un hogar feliz, lleno de valores en donde ella sigue
lavando los platos, barriendo y trapeando, atendiendo a su familia de la mejor
manera pero sin la oportunidad de haber crecido profesionalmente y todo por ser
cómplice directa de la mediocridad de haraganes dediparados en un país que
sigue siendo clasista, excluyente y malagradecido.
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espero les guste.