Soliloquio
—Mirando al espejo—
hablé.
Cuando estaba pequeña pertenecía
a la infancia misionera por ende mí creencia era católica, después con el
anuncio del fin del mundo en el nuevo siglo (año 2000) me hice catecúmena y
trate de seguir la doctrina que me salvaría de la muerte para el paso a la vida
eterna.
Pasado un tiempo mis
conocimientos fueron gnósticos y abrí un poco los ojos. Ahora mi creencia es
totalmente agnóstica.
He vivido sola largo
tiempo, en independencia total y en mis momentos de crisis existenciales o mal
llamado depresión me he comido mi interior con mucha reflexión, puede ser que tenga
mucho ego y que me pueda el mal carácter como pólvora, siempre ocurre cuando
veo falsedad, y mentira en los seres humanos. Mastico a más no poder todo lo
que leo y veo pero no me lo trago. Ahora me siento libre y siempre busco la manera de volar con mis propias críticas y
conclusiones.
Puede ser que este
llena de ambigüedad y que para ojos ajenos no sea una persona segura, ¿pero quién,
lo es? , Tengo una manera brusca de decir la verdad que me hace hiriente y ególatra
y que trato de corregir…me cuesta y mucho pero lo intento.
En introspección me he
dado cuenta que la soledad se debe aprovechar para escuchar esa voz interior
que te advierte, que te dice, que te protege, que te inspira.
Las ventajas de verme
por dentro es que me he dado cuenta, lo que soy, cuanto valgo y cuanto puedo
ofrecer a la humanidad.
Tiempo sin verte por estos lares, se te hecha de menos. Desde Galicia mi recuerdo.
ReplyDeleteYo también te extraño Tiguaz. A ti y al tu magnífica poesía.
ReplyDeleteYo también te extraño Tiguaz. A ti y al tu magnífica poesía.
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